Siempre que lo he querido he encontrado la forma y el momento de decir las cosas difíciles o de hacer las preguntas difíciles. La paciencia es una virtud que puedo reclamar mía para estos casos. Con un poquito de tacto y timing.
Como ayer que le pregunté si estaba molesta conmigo y me dijo que no, que por qué lo preguntaba.
Unos minutos antes me había acercado una vez más a abrazarla de la cintura y buscar su cuello con mis labios, sólo para encontrar su pelo, mientras ella escribía algo sentada ante la computadora de la oficina. Pero esta vez, me había rechazado. Pidiéndome que ya no me le acerque.
Entonces yo había retrocedido y luego ma había sentado a su lado y la había observado por unos minutos para luego preguntarle lo que ya dije.
Más temprano había estado enumerando las razones por las que no debía seguir con mis avances. Primera entre todas era que tiene novio. Segundo, no me gusta la música que escucha. Tercero, vive muy lejos. Cuarto, tampoco es que me guste tanto creo, por lo menos por ahora.
Algunas más se me ocurrieron ya más tarde, pero en ese momento el diablillo ganó.
Las mujeres tienen esta manera de llamarte con los ojos, de pasarte la voz y preguntarte cualquier cosa pero en realidad estarte pidiendo que te acerques. De seguir luego haciendo lo suyo mientras se dejan ser acariciadas. De dejar que te vuelvas un poquito loco mientras ellas parecen indiferentes, laissant faire.
También les pasa que cuando piensan que han metido la pata o se sienten inseguras, tratan de ser agradables y de ganarse tu aprobación. Pero eso, supongo que le pasa a todo el mundo, ¿no?
Mañana, entonces, lo que le tendría que preguntarle es si por mi se sintió incómoda en algún momento - cuando en el fondo creo que no y lo que le estaría preguntando realmente sería si vamos a seguir o no.
Pero no lo voy a hacer. Porque me vuelve a disgustar la idea de que tenga novio. Y por otras cosas un poco más tontas que puedo contar en otro momento.
jueves, junio 09, 2005
miércoles, junio 08, 2005
El Peor día de tu vida
Hoy rompí una cadena que amenazaba con que si lo hacía, mañana sería el peor día de mi vida.
Últimamente, mís días no han sido muy buenos que digamos. Estoy dejando ir a la única chica de las últimas semanas. Me enteré y conocí al novio de la que alguna vez fue el amor de mi vida. Reprobaré el único curso que llevo en la universidad. La chamba no me termina de satisfacer; creo que por contaminación de todo lo anterior.
Así que he preferido suponer que si mañana va a ser el peor de todos, entonces: ¡A LA MIERDA! ¡Qué venga!
Así, si sobrevivo. Todos los días que vengan sólo podrán ser mejores.
Últimamente, mís días no han sido muy buenos que digamos. Estoy dejando ir a la única chica de las últimas semanas. Me enteré y conocí al novio de la que alguna vez fue el amor de mi vida. Reprobaré el único curso que llevo en la universidad. La chamba no me termina de satisfacer; creo que por contaminación de todo lo anterior.
Así que he preferido suponer que si mañana va a ser el peor de todos, entonces: ¡A LA MIERDA! ¡Qué venga!
Así, si sobrevivo. Todos los días que vengan sólo podrán ser mejores.
Una vez más
Una vez más inicio un blog.
Esta vez en la clandestinidad.
Con un título muy fácil, es cierto.
Pero que, para mí, significa.
Esta vez en la clandestinidad.
Con un título muy fácil, es cierto.
Pero que, para mí, significa.
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